¿QUIERES CAMBIAR DE VIVIENDA PERO ESTÁS ATADO A TU HIPOTECA? ¡TE CONTAMOS LA SOLUCIÓN!

 

En los tiempos que corren es muy normal que nuestras circunstancias personales cambien y la vivienda que un día adquirimos se nos quede pequeña por aumentar la familia, cambiemos de ciudad por trabajo, y por consiguiente, de domicilio, o simplemente queramos mejorar nuestra calidad de vida.

¿Qué podemos hacer si aún no hemos terminado de pagar nuestra actual vivienda y queremos adquirir otra? La hipoteca puente puede ser la solución a este problema. Este crédito concede la posibilidad de entrar a vivir en tu nuevo hogar mientras se vende tu antigua propiedad adaptando los pagos.

¿Cómo funciona? El banco nos facilita un préstamo hipotecario con las dos viviendas como garantía dejándonos un margen de entre dos y cinco años para vender tu antigua propiedad y permitiéndonos obtener una carencia hipotecaria de capital para que estas cuotas sean más bajas.

Cuando vendamos la vivienda podremos cancelar parte de la deuda y liberar así nuestro anterior hogar formalizando una hipoteca convencional sobre el nuevo inmueble.

¿Con qué inconveniente contamos? Si no hemos conseguido vender la vivienda en el tiempo estipulado, deberemos hacer frente a unas cuotas más elevadas, así como, si tardamos mucho tiempo en vender, la vivienda puede perder valor en el mercado, y por tanto, no conseguir el dinero esperado por tu antiguo hogar.

Como es normal, el banco requerirá unas exigencias para conceder este tipo de préstamo, basándose principalmente en la solvencia económica: ahorros suficientes, altos ingresos y una estabilidad laboral demostrable.